martes, 27 de abril de 2010

I Carrera de la Policia Municipal de Valladolid

Viernes 23 de abril, son las ocho de la mañana y suena el despertador. Todavía hay mucho sueño pero mi ilusión de participar en una cross popular es mucho más fuerte y finalmente me levanto.
Busco en el armario la ropa más propicia para hacer deporte y tomo el coche dirección al barrio de la Victoria. Allí me inscribo en la I Carrera de la Policia Municipal de Valladolid.
Habían sido varios pensando en correr o no, pero ya no había marcha atrás. Es cierto que el reto de los 8000 metros que tenía por delante me atraía, pero no tenía ninguna confianza en mi mismo de que los pudiera acabar.
A eso de las diez de la mañana ya había bastantes atletas presente, la mayoría de clubes y con atendos apropiados. Un ligero calientamiento y a prepararse para la experiencia.
Se dio la salida a las diez y media y desde el principio les hubo que marcaron un ritmo desorbitado. Otros como yo nos lo tomamos con mal calma. Me situé en el medio del grupo aproximadamente si bien poco a poco me fui descolgando, eso sí, iba aprovechando a los que me pasaban para intentar adaptarme a su ritmo, pero cierto es que uno no estaba preparado para esos trotes.
Entre unas cosas y otras los kilómetros iban cayendo, y ya tenía 3000 metros ganados. A partir de aquí el sufrimiento fue a mayores. Ya eran pocos los que corrían detrás de mi y ya no me encontraba en ningún grupeto al que poder agarrarme. Hice de tripas corazón y seguí sin parar, por lo menos para llegar al primer paso por meta (4.000m). Y así fue, pasé por la línea de meta, y el ver allí a la gente, animando a todos, me hizo continuar la carrera. Las fuerzas flaqueaban mucho y sobrevivía a duras penas. Y para colmo, se veía llegar a la cabeza de carrera corriendo a un ritmo infernal. Como pude seguí la carrera, aunque a ratos sustituía el correr por andar rápido. Así hasta que en el kilómetro 6 me pillaron los últimos de la carrera, me uní a ellos, dispuesto a seguir hasta la meta. A falta de 800 metros ya no podía más y me descolgué un poco. Pero viendo ya a lo lejos la línea de meta volvieron esas pequeñas fuerzas para volver a enganchar y terminar la carrera con un tiempo bastante decente de 50:37.
Muy extenuado, pero muy contento por terminar la carrera, decidí que participaría en muchas más carreras. La próxima el 13 de mayo, la carrera de la ciencia.

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