lunes, 30 de agosto de 2010

IV Legua Popular Ciudad de Nava del Rey

Realmente no fue una legua, ya que eran poco más de 5800m, y esta era la primera carrera de casado. Acababa de llegar esa misma semana de la luna de miel y el estado de forma no era lo más ideal. Ya lo había notado durante los dos entrenos que hice esa semana.

La carrera se componía de dos vueltas a un circuito urbano, excepto unos 100m por tierra y con una subida pero que muy tendida y una bajada más pronunciada los últimos metros a meta.

Después de un calentamiento bueno, de los de empezar a sudar como me gustan a mi con Fadrique e Isaías, comenzamos la carrera a ritmo lento, como vengo acostumbrado. Pronto se fueron mis compañeros de equipo y no los volvería a ver hasta la meta.

Intenté hacer una carrera de pulsómetro, yendo siempre sobre las 170ppm pero las sensaciones no fueron buenas en ningún momento, así que me lo tomé como un entrenamiento para ir cogiendo forma. El primer paso por meta lo hice en 15m, con lo cual no estaba tan mal, pero la segunda se me hizo larguísima, incluso algunos tramos pensé que pondría pie a tierra, pero no, con espíritu de sufrimiento llegué a meta con 34:09, una barbaridad, pero estaba claro por los ritmos de los últimos días que estaba fuera de tono, así que no lo considero nada grave.

II San Silvestre Valoriana

Después de todo un mes liado con la boda, luna de miel y demás menesteres vuelvo a escribir en mi diario las últimas carreras en las que he participado, con resultados bastante diferentes.

Comenzamos con el 6 de agosto, corriendo la San Silvestre de Valoria, ya que es el día antes de que ellos celebren la nochevieja por el apagón en la bienvenida al año 1996. Iba con muy buenas expectativas ya que la carrera anterior a las delicias había sido una de mis mejores actuaciones. Además siendo un recorrido algo más corto (unos 4,400m) y por recorrido llano podía hacer un buen tiempo.

El único handicap era que esa semana no había podido entrenar ni un solo día por los preparativos pero pensé que no me pasaría factura.

Dada la salida, como siempre, me coloqué con mi compañero y veterano corredor Isaías. A los pocos metros ví que ibamos un poco más lento de los 5' km por lo que apreté un poco más y me fuí a mi ritmo. Así completé la primera de las tres vueltas con unas buenas sensaciones. En la segunda bajé un poco el ritmo pero seguía rondando los 5' km y mi sorpresa fue cuando poco antes del paso por meta me doblaba mi entrenador, Juan Carlos Granado, que luego supe que corrió sin dorsal, pero como corría. Me pasó el agua antes de entrar por meta y me refresqué y bebí antes de afrontar la última vuelta.

Y aquí vino el golpe negativo. No sé si fue el beber agua, el calor, que había empezado muy rápido... que empezó a dolerme bastante el flato y yo daba todo de mí pero no bajaba de los 6' km. Había bajado drásticamente mi velocidad y no encontraba mi punto. Pronto me pilló Isaías y me dejó, lo mismo que más corredores. Con más pena que gloria conseguí realizar la última vuelta.

En un gesto de gran compañerismo por parte de Isaías se paró a esperarme los últimos metros para entrar juntos, igual que Juan Carlos, que hizo casi toda la última vuelta conmigo. Si no quizás estaría todavía llegando. Según la clasificación oficial terminé en 23:10